jueves, 25 de febrero de 2010

Contrapunto.

Me tropecé con este video y me pareció una genialidad. Es un rap, donde  Hayek y Keynes, grandes figuras del pensamiento económico del siglo XX, vuelven a la vida para confrontar sus tesis.
Está subtitulado en español.

Friedrich August von Hayek (1899 - 1992), premio Nobel de Economía en 1974, ha sido posiblemente el pensador liberal más importante del siglo pasado.
Para muchos Hayek fue el ideólogo de la revolución conservadora de Reagan y Thachter. Para otros, un neoliberal extremo y para prácticamente todo el mundo, un desconocido.
Con su Camino de servidumbre mostró cómo los colectivismos parten de unos mismos principios que tratan de anular los derechos individuales para sacrificarlos en el altar del colectivo y que conducen a la sociedad al caos y a la miseria.
Básicamente, Hayek subraya el hecho de que el conocimiento está disperso en la sociedad y que para dirigir una sociedad necesitaríamos ser dioses ya que la multitud de gustos, opiniones,…impedirían que los mandatos coactivos emanados de la autoridad central tuviesen éxito.
El pensamiento de Hayek despierta el intelecto y las ganas de defender la libertad.

John Maynard Keynes (1883-1946) ha sido el economista más influyente del siglo XX. Su teoría expuesta en Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero, proponía el inflacionismo y el déficit público como solución de todos los males. Las consecuencias a largo plazo de dichas políticas (que él despreció con la despectiva frase "A la larga estamos todos muertos") fueron las inmensas deudas públicas que padecemos casi todos los países y sin considerar algunos otros males.





Simplemente quería compartirlo con ustedes. Este no es un blog especializado ni pretende serlo. El video es muy creativo y una forma divertida de interesar a los no especialistas en una temática (algo árida, seguro) que nos trae consecuencias a todos.
Espero que lo disfruten!

viernes, 19 de febrero de 2010

Encrucijadas.

El derecho de libre expresión cuando nadie contradice al gobierno, la libertad de prensa cuando nadie está dispuesto a formular las preguntas importantes, el derecho de reunión cuando no hay protesta, el sufragio universal cuando vota menos de la mitad del electorado, la separación de la Iglesia y el Estado cuando no se repara regularmente el muro que los separa por falta de uso, pueden llegar a convertirse en poco más que objetos votivos, pura palabrería patriótica. Los derechos y las libertades o se usan o se pierden.



Carl Sagan




¿Podría ser que la libertad de expresión sólo empiece a tener sentido cuando también protege las ideas más detestables?



¿Hasta dónde tiene que llegar la libertad de expresión si es que tiene que llegar a algún sitio?

jueves, 11 de febrero de 2010

Desmitificando.

Cuando un adulto habla de sus amigos desconfío. Como casi siempre. Es que la amistad es un concepto bastardeado es esta sociedad necesitada de relaciones y compuesta por seres desesperados frente a lo inevitable de la soledad. Que el hombre es un ser social no es ninguna novedad y que yo también busco relaciones sociales para mantener mi equilibrio mental no puedo negarlo.
¿Pero amigos? No creo. Amigo era el compañero de banco de la escuela primaria, el que venía a jugar a tu casa por la tarde, tu vecinito que jugaba con vos y los otros al patrón de la vereda y andaba en bicicleta los domingos dando la vuelta a la manzana. Era ese que te tocaba el timbre y te decía que venía a tomar la leche con chocolate a tu casa, porque se invitaba solo. Era aquella chica de las dos colitas a la que no dejaste de ver a pesar de haber ido a otra escuela secundaria.
Los amigos son los de la infancia, los mal llamados amigos de la era adulta son relaciones amistosas. Es una exageración, un cuento chino llamar amigo a alguien que comparte un almuerzo con su familia y la tuya en Cassimiro tratando de encontrar algo de paz porque los vástagos están bajo control.
El compartir algunos gustos y reunirse un sábado en la noche a comer sushi o un asado no nos transforma en incondicionales.



Pero a mí también a veces me atrapa la fantasía cuando conozco a alguien con quien comparto gustos e intereses. Porque Soledad es un personaje complicado de tratar y está al lado tuyo cotidianamente sin que la llames, dispuesta a perforarte el cráneo sín más ayuda que las ideas. ¡Esa sí que es una amiga!
Porque cuando un amigo te decepciona te sentís desvastado pero cuando quien te decepciona es una relación lo sentís como previsible.

Observando el fenómeno de Facebook, más allá del culto a la felicidad que todos nos muestran con sus fotos sonrientes que no se las cree nadie, fijate que la mayoría de nosotros terminamos como contactos de quienes fueron nuestros compañeros de escuela. Quizá estemos buscando la protección de aquella inocencia o aquellas ilusiones de una vida llena de proyectos y con posibilidades infinitas que ahora se nos presenta como una utopía más.

Y cuando tropiezo con Roberto Carlos y su "Yo quiero tener un millón de amigos", que debe ser una de las canciones que más vendió en la historia discográfica, caigo en la cuenta, que este asunto de la amistad viene de lejos.
Y que yo no quiero tener un millón de amigos. Sólo quiero tener relaciones sanas con un puñado de humanos imperfectos que transitan este mundo menos perfecto aún. Porque alguien que me necesita no requiere ser mi amigo para que lo asista. Y que estoy dispuesta a recibir sin esperar nada de nadie.

domingo, 7 de febrero de 2010

Perdón.

El perdón es un acto mayor de  conexión entre los seres humanos. Te perdono porque yo soy vos. Al perdonarte, me perdono a mí mismo.
Perdón significa libertad, librarnos del orgullo, el resentimiento y la amargura. Comenzar de nuevo, en cierto sentido, borrar la pizarra con el inventario.
La soledad es difícil de soportar para quienes no perdonan, para quienes en cada momento de silencio hallan una oportunidad de volver sobre el dolor del pasado. El perdón limpia y alivia permitiéndonos crecer espiritualmente.


Creo que nunca deberíamos perder de vista que nuestras percepciones están limitadas por nuestras experiencias y nuestras interpretaciones de esas experiencias. El mundo es infinitamente complejo y sólo podemos entender parte de él.
 Solamente podemos ver la midad de las cosas, la otra mitad es el significado que le damos a lo que vemos.
Al conocer nuestras limitaciones podemos buscar saber más. La empatía nos permite participar de la vida de otras personas, sintiendo como se sienten y pensando como piensan. En este esfuerzo activo, tomamos prestada la perspectiva de otra persona y renunciamos a nuestra propia visión del mundo que nos rodea y contiene. Al volver a nosotros mismos lo hacemos transformados, nos volvemos más amplios y más allá de nosotros mismos.
Con esta perspectiva ampliada podemos ver lo que no podíamos ver antes.

 Porque el perdón no cambia el pasado pero sí el futuro. 

martes, 2 de febrero de 2010

Avatar, gracias James Cameron!

Hacía mucho tiempo que no disfrutaba tanto en el cine.
Simplemente increíble. Un espectáculo grandioso. Una bonita historia. Una dura crítica a nuestro mundo. Un gran entretenimiento.


Cameron es un genio, es un artesano del cine y se nota que pone el corazón en lo que hace. Todas sus películas me han brindado sensaciones inolvidables sentada en una butaca de cine. Si quieren un guión "más elaborado", tienen que ver una película de algún director europeo, de esas que recaudan poco en taquilla y los críticos adoran para no quedar como ignorantes, aunque no hayan entendido nada.
Es una película de ciencia ficción con efectos especiales fabulosos.
Este hombre es un regalo para la historia del cine.


Avatar señala con el dedo, y condena sin paliativos ni medias tintas, y además lo hace como hay que hacerlo para que el mensaje llegue: En términos sencillos. Es bastante novedoso en el cine americano señalar a las multinacionales norteamericanas y al ejército norteamericano, como los malos indiscutibles del mundo actual. Avatar lo hace.


Cuando las películas se sumergen en un mundo nuevo e inventado y te dejan un mensaje, se les puede pedir algo más?