De balance.

Este artilugio del calendario gregoriano nos indica que se nos va el año 2009. Diciembre apura sus últimos días. Sin pausa.
Es época de balance.

 De esos balances de vida que nos acercan al éxito o al fracaso y en que renovamos esperanzas o encontramos el momento ideal para el borrón y cuenta nueva.

En general no hago promesas de fin de año. Pero en esta ocasión tengo un deseo: Trabajar en ser mejor persona cada día de cada año por venir.





Qué tengan un año lleno de éxitos, salud y prosperidad!

Gracias por ser parte del día a día de Winter.

"El pasado ya ha pasado, para qué recuperarlo. El presente no perdura, para que intentar apresarlo momento a momento. El futuro no ha llegado, para qué anticiparse con el pensamiento..."

                                                                                                                 porque estamos muy Zen. 

El verano.

Cierto dia de verano estaba en la playa observando dos chicos jugando, trabajando duro contruían  un castillo de arena con torres, pasadizos ocultos y puentes, cuando estaban terminando vino una ola destruyéndolo todo, reduciendo el castillo a un montón de arena y espuma.
Pensé que después de tanto esfuerzo comenzarían a llorar, pero en vez de eso, corrieron por la playa riendo y jugando y comenzaron a construir otro castillo.

Comprendi que habia aprendido una gran lección:
Gastamos mucho tiempo de nuestra vida construyendo alguna cosa, pero cuando más tarde llega una ola a
destruirlo todo, sólo permanece el afecto sincero compartido, el amor, las relaciones que supimos construir y las manos de aquellos que son capaces de hacernos sonreir.

En algún rincón de nosotros habita ese chico que no quiere dejar de serlo.

Bienvenido Verano!

El Silencio.

"Escucha o tu voz te volverá sordo." Proverbio chino.

"Hay que cuidarse bien de un agua silenciosa, de un perro silencioso y de un enemigo silencioso." Proverbio judío.

"Cuesta más responder con gracia y mansedumbre que callar con desprecio. El silencio es a veces una mala respuesta, una respuesta amarguísima." Gar Mar.

Muchas veces he escuchado o leído acerca del valor del silencio. Que dice por por sí mismo, que implica lo no dicho y muchos etcéteras que generalmente encierran poesía.
Descreo del culto al silencio. Porque para mí el silencio es lisa y llanamente cobardía. Cobardía a la confrontación de nuestros pensares con los ajenos porque estoy convencida que las ideas no progresan sólo en el imaginario. Requieren el enriquecedor intercambio con otros seres pensantes y del análisis de ese intercambio.
La cobardía intelectual, en estos días, casi se ha transformado en una disciplina olímpica.


El silencio de la reflexión es otro silencio. Porque es un silencio de multitudes agolpadas que pugnan por prevalecer. Ese silencio ejerce fascinación al explorarlo y es un regalo que nos ha sido dado. Su no uso es un insulto a nuestra humanidad.
 
Pero que hacemos con el cobarde que calla la idea. ¿Y con el egoísta que prefiere guardarla para sí y no colaborar con el desarrollo de los demás?
¿ Y aquél que calla porque no nos considera dignos de sus palabras y su tiempo? Ay, de la arrogancia! Qué gran castigo colectivo!

Porque el orgullo del hombre suele encontrar en la seriedad del silencio el cómo ocultar su propia ignorancia.

Perfiles.

En estos días me gustaría poder:

- Sentarme a mirar las nubes y encontrar lo que nunca veo.

- Sentir el sol que entra por la ventana.

- Depilarme los malos pensamientos.

- Tirar al vacío la colección de promesas incumplidas.

- Limpiarme las heridas con saliva.

- Coser los agujeros por donde se escapan las alegrías.

- Desprenderme de las piedras que rompen los bolsillos.

- Recoger las lágrimas y devolverlas a los ojos.

- Mojar los días nublados en el café recién hecho.

- Fotografiar gotas de lluvia y relámpagos.

- Encontrar un sueño que perseguir.




(Porque los contadores hacemos listados...)